Riesgos y Complicaciones

¿Qué pasa si no opero mi hernia inguinal?

Una hernia inguinal ocurre cuando un tejido, como parte del intestino, se desliza a través de un punto débil en los músculos de la pared abdominal, provocando una protuberancia visible en la ingle. Aunque puede parecer inofensiva al principio, ignorarla podría tener serias consecuencias para la salud.

En sus etapas iniciales, la hernia puede ser indolora o causar molestias leves, especialmente al realizar actividades físicas o al toser. Sin embargo, al no tratarla, es probable que la condición empeore con el tiempo. La hernia puede crecer y volverse más incómoda, afectando la calidad de vida.

Complicaciones potenciales:

Obstrucción intestinal: Si una parte del intestino queda atrapada en la hernia, puede interrumpir el flujo de alimentos o heces, causando dolor abdominal, náuseas y vómitos.
Estrangulación: Es la complicación más grave. La falta de circulación sanguínea en el tejido atrapado puede llevar a la muerte del tejido, requiriendo cirugía de emergencia.

La única solución definitiva para una hernia inguinal es la cirugía, ya sea abierta o laparoscópica. Los avances médicos han hecho de estos procedimientos opciones seguras y con tiempos de recuperación más cortos.

Si tienes una hernia inguinal, no ignores los síntomas ni dejes que empeoren. Consulta a un especialista para valorar tu caso y evitar complicaciones que podrían poner en riesgo tu salud. Una intervención a tiempo hace la diferencia.

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